lunes, 27 de abril de 2015

EL ASEO

EL ASEO EN LOS ANCIANOS ENCAMADOS

Al menos una vez al día, el paciente encamado que no pueda valerse por sí mismo debe ser lavado completamente. Utilizaremos una palangana con agua templada y jabón, y es conveniente seguir un orden: cara, manos, axilas, espalda, tórax, región genital y pies. Cada zona se lavará y secará completamente antes de pasar a la siguiente. 
Al finalizar es importante que quede seca toda la piel, especialmente los pliegues. Posteriormente aplique crema hidratante o aceite vegetal, en las zonas de presión y los pliegues de la piel, para prevenir la aparición de llagas.
Luego los hidrataremos muy bien con crema hidratante por todo el cuerpo.

Algunos pacientes pueden perder el control voluntario de la orina o de las deposiciones. En estos casos habrá que extremar las medidas de higiene, cambiando la cama y lavando al enfermo las veces que sean necesarias, con comprobaciones frecuentes del estado del paciente. Si está consciente, se producirá una situación muy embarazosa para el enfermo, por lo que habrá que tranquilizarlo, insistiendo en que se comprende el problema.

La cama debe hacerse como mínimo una vez al día, estirando bien las sábanas para evitar arrugas, que pueden ser muy molestas e incluso producir heridas en personas que permanecen mucho tiempo tumbadas.

Todo esto siempre como digo al final de los posts, con mucho cariño y amor.


 Afeitado diario de los hombres


Lavado de la espalda


Cuidado de los pies

Besos y amor

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